¿Qué pasaría con el material en un incendio?

Esta es otra situación que involucra varias propiedades. Un dato importante es que la temperatura que puede alcanzar un incendio ronda los 300ºC. Por supuesto que hay muchos factores que pueden modificar este valor, como por ejemplo el material que se incendia, la humedad ambiente, la altura a la que se mide la temperatura, etc. pero ese valor nos puede servir para pensar cómo usar los datos de las propiedades de un material.

Una de las propiedades que hay que tener en cuenta es su punto de inflamación y su punto de autoignición. El primero porque superado ese valor, el material se puede inflamar (hacer llama) si entra en contacto con chispas o llamas y si el valor no es superado, no se puede inflamar. El segundo porque superado ese valor, el materia se inflama o explosiona espontáneamente a causa del calor sin necesidad de entrar en contacto con chispas o llamas.

También es importante tener en cuenta los puntos de fusión y de ebullición, porque eso va a determinar el estado físico en el que se encuentra el material y esto es importante porque siempre es más fácil manipular y controlar un sólido que un líquido y un líquido que un gas, especialmente si el gas que se produce pudiera ser inflamable.

La solubilidad y la densidad también son datos importantes en un incendio en vistas a elegir el medio extintor. El medio extintor más frecuente es el agua por varias razones que no vamos a desarrollar en este momento. La idea es que el agua se coloque entre el material inflamado y el oxígeno del aire para cortar con la reacción química de combustión. Esto no podrá ocurrir si el material es menos denso que el agua ya que se ubicará por encima de ella y tampoco si el material reacciona con el agua ya que ocasionará un daño mayor. La mejor situación será cuando el material inflamado sea más denso que el agua porque estará por debajo de esta y cuando sea soluble porque se mezclará con el agua y se apagará la llama.